Unos sujetos encapuchados bajaron de un vehículo en Santa Ana Xalmimilulco y se llevaron a Jorge Ramírez Hernández en el 2019. Un mes después, se encontró una fosa clandestina con 5 hombres sin vida en Santa María Tianguistengo (Huejotzingo) y aunque los conocidos de Jorge pidieron a las autoridades identificar los cuerpos genéticamente, no lo hicieron.
Pasaron tres años y al padre de Jorge, al señor Eladio Ramírez, le informaron que entre los cuerpos hallados en ese lugar, estaba el de su hijo. Aunque pareciera que por las omisiones que cometieron las autoridades le darían el cuerpo de manera inmediata, esto no ocurrió. Todo este tiempo, Jorge estuvo en una fosa común.
Fue hasta este 17 de octubre, tras dos confrontas genéticas para determinar que era el cuerpo y luego de nueve meses de espera, que la familia de Jorge por fin pudo recuperarlo. La exhumación se realizó en el panteón forense especializado que está al interior de La Piedad.
Fue a las 14:00 horas de este 17 de octubre que los integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos acudieron al panteón de La Piedad para darle respaldo a Eladio Ramírez y sus demás familiares. Además, estuvieron presentes trabajadores de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas en Puebla (CEAVI).
Los integrantes del Colectivo estuvieron atentos en todo momento y cuando Eladio salió para decirles todos los detalles del traslado, lo abrazaron. También es preciso mencionar que estuvieron las integrantes de la Clínica Minerva Calderón, perteneciente a la Ibero Puebla, quienes constataron que todo se llevara a cabo con legitimidad.
Eladio tuvo que firmar varios documentos y al mismo tiempo coordinar la misa que se iba a llevar a cabo en su domicilio para despedir a su hijo. En unas cuantas horas, será el funeral y aunque no quería encontrar a su hijo de esta manera, hoy, 17 de octubre, Eladio Ramírez está en paz.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Jorge era una persona muy alegre a la que gustaba jugar futbol, pero todo cambió cuando empezó a recibir amenazas en su negocio por derecho de piso. Cuando desapareció, sólo una vecina fue la que le dio información a la familia.
Ella les dijo que fueron cuatro los sujetos que lo “levantaron” y que Jorge creyó que se trataba de un asalto, incluso que Jorge pidió que se llevaran su coche en vez de él, pero no accedieron. Trataron de corroborar esta información con otros vecinos, pero nadie quiso decir nada. El señor cree que su silencio pudo ser por miedo.
Un mes después, Luis Fernando N, delegado de la Secretaría General de Huejotzingo, fue hallado muerto en una fosa clandestina en Santa María Tianguistenco, donde al menos otros cuatro cuerpos fueron encontrados, pero se negaron a comparar el perfil genético, por lo que fue enviado a la fosa común.
Cuando por fin se confirmó la presencia del cuerpo, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, pidió a la Fiscalía General del Estado de Puebla y a la Comisión de Búsqueda, garantizar los mecanismos de verdad, justicia y reparación a las familias; así como a procurar un trato digno y humano en las gestiones que conduzcan al retorno de Jorge Ramírez con su familia y en los procesos de esclarecimiento de su desaparición.