México y EU firman acuerdo para atender desafíos ambientales y de salud en frontera norte

México y Estados Unidos firmaron este jueves un memorando de entendimiento para remediar la crisis sanitaria y ambiental en la cuenca del río Tijuana-San Diego, afectada desde hace varios años por los derrames de aguas residuales y el colapso del sistema de alcantarillado.

Al ser el primer acuerdo binacional bajo las administraciones de Claudia Sheinbaum y Donald Trump, Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, destacó que con esta rúbrica se buscará finalizar entre 2025 y 2027 todos los compromisos de ambos países, como la rehabilitación de los colectores Insurgentes y Carranza, de los cañones Matadero y Los Laureles o los interceptores Oriente y Poniente.

Aseguró que también se trabajará para mejorar las plantas de tratamiento de Arturo Herrera y La Morita, la Fase II del Colector Internacional, la rehabilitación de la tubería del impulsor Antiguo, Cárcamo de Bombeo, impulsión del Cañón del Sáenz a la planta de Arturo Herrera, y los demás proyectos de infraestructura hídrica y saneamiento fronterizo pactados en el Acta 328, firmada en 2022.

Resaltó que también se buscará ampliar la planta de tratamiento de San Antonio de los Buenos, como se hará con la planta internacional de tratamiento de South Bay, en California. “Y eso nos va a permitir resolver en su totalidad el problema de las aguas internacionales que en este momento llegan hacia Estados Unidos”, dijo.

A su vez, el Administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Lee Zeldin, destacó que el “trabajo sólido es importante para nosotros, para los dos países”, al referirse sobre los trabajos que se desarrollarán en este proyecto.

Recordó que durante una vista al Consulado de México en San Diego, California, el pasado 22 de abril, la secretaria Bárcena, y otros representantes del gobierno mexicano, le demostraron abordar este tema ambiental y de seguridad fronteriza, bajo una encomienda de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Detalló que durante ese viaje visitó la planta de South Bay e hizo un recorrido -incluso en helicóptero- que le dio “una visión diferente”, al presenciar las distintas afectaciones que ha provocado esta contaminación, como el mal olor o la degradación del valle del río Tijuana.

A su regreso, aseguró que abordó el caso con el presidente Trump, quien “al principio, en medio y al final de la conversación de lo único que quería hablar era de resolver este asunto”.

A la firma también acudieron Ronald Johnson, embajador de Estados Unidos en México; Efraín Morales, director de la Comisión Nacional del Agua, y Adriana Reséndiz y William McIntosh, representantes de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.

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