Migrantes saturan sistema de albergues de NY; predominan los latinos

La llegada de migrantes a Nueva York, en Estados Unidos, sobre todo latinos, desde mediados de 2022 disparó el número de acogidos en el sistema público de albergues, uno de los mayores del país.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señaló en su último informe que al final del año fiscal de 2023 el número de migrantes acogidos en los albergues era de 81 mil personas, 79 por ciento más que los registrados a principios de 2021 “debido al flujo de solicitantes de asilo en Nueva York que entraron al país por la frontera sur”.

Migrantes en Nueva York

  • Esa cifra ha crecido todavía más, hasta situarse en 89 mil 111 personas al cierre de enero.

Todas las categorías de personas acogidas en los albergues han crecido considerablemente en el último año: un 50 por ciento más en el caso de familias con niños; 61.8 por ciento más el de familias sin hijos, y 22.5 por ciento más en el de adultos no acompañados.

Los datos del DHS no se ofrecen desagregados por país de procedencia, pero sí por origen étnico de los beneficiarios, y llama la atención la clara preponderancia de los migrantes hispanos en la población atendida en los albergues.

Así, el 62.3 por ciento de las familias con hijos en los albergues de Nueva York son hispanas, y también el 57.3 por ciento de familias sin hijos; entre los solteros, el porcentaje de hispanos baja mucho, hasta 33 por ciento, siendo superado por la población de “negros no hispanos”.

La ciudad de Nueva York tiene una norma única en Estados Unidos, vigente desde hace medio siglo, que le obliga a dar techo a cualquier persona sin hogar; como resultado, solo 6 por ciento de los sintecho están fuera del sistema de albergues, porcentaje bajísimo comparado con Los Ángeles (70 por ciento), Phoenix (56) o Chicago (33).

Esta particularidad legal de Nueva York ha atraído a una gran parte de la población migrante desde otros estados del país; para hacer frente ha procedido a recortes en algunos servicios públicos, incluso en partidas tan sensibles como los menús escolares.

En una entrevista concedida a fines de diciembre, el alcalde Eric Adams aseguró que la crisis desencadenada por la llegada incesante de migrantes “tiene el potencial de desestabilizar las obligaciones financieras” de la ciudad; afirmó que esta situación lleva a Nueva York a una crisis fiscal que le obligará a gastar 12 mil millones de dólares hasta 2025.

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