Uno de los mejores libros que he leído es El laberinto de la soledad de Octavio Paz, en el que se retrata la identidad de los mexicanos, pero sobre todo su soledad y esto lo digo por lo que está viviendo hoy Morena.
Morena, con su segunda presidencia en la bolsa, muestra una soledad al acecho producto de un metabolismo político, este fenómeno lo han vivido otros movimientos que a la larga han acabado víctimas de sus dirigentes y de un exceso de poder único.
Lo de Morena me recuerda mucho al peronismo sin Perón y Evita, a Bolivia sin Evo, a Ecuador sin Correa y a una Nicaragua perdida y muy lejana a la que combatió a Somoza.
Morena quiere prohibir el nepotismo, pero es una falsa solución que puede conducir a la rebelión abierta o clandestina, pues el nepotismo es cuando se impone a algún familiar para controlar el poder y ese poder no escucha a la gente, es castigar a miles por una relación familiar simple e hipotéticamente mala.
Pero ser familiar de alguien poderoso no significa ser malo y que se les deba quitar la posibilidad de competir con ideas y propuestas a los problemas que tiene una comunidad.
Esta es una salida falsa que elimina los derechos de cualquier ciudadano de votar y ser votado, la medida es ilegal y una norma de un partido no puede estar por arriba de la constitución, así de simple, pues en el camino se convertirá en algo tóxico para Morena.
El PRD se perdió entre sus tribus, el PRI se desdibujó por sus caciques y el PAN se enredó en el monopolio de una derecha que no se abrió; ahora lo que se vive en Morena de cara a las elecciones de 2027 es algo muy similar a lo que ha sucedido en otros tiempos y en muchos partidos.
Morena está en un laberinto donde pretende salir prohibiendo un nepotismo moralista y dejando a un lado la posibilidad de decisión de la gente por la persona que ellos quieran.
Pero los líderes que se les prohíba participar saltarán obviamente a otras organizaciones a ofertar lo que ellos pueden hacer para resolver los problemas y poco a poco ese laberinto de la soledad del que hablaba Octavio Paz irá apareciendo en el escenario y el único que perderá será Morena como hoy lo conocemos. Sin duda: ese nepotismo será el primer clavo en el ataúd de Morena.