El Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1989, ha perdido su registro como instituto político nacional tras no alcanzar el umbral del 3 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio.
Resultados Electorales
Con el 100 por ciento de los cómputos distritales concluidos, Claudia Sheinbaum obtuvo 35 millones 923 mil 996 votos, mientras que el PRD alcanzó apenas un millón 121 mil 18 votos, representando el 1.86 por ciento del total. Según el artículo 41 de la Constitución, los partidos políticos nacionales que no obtengan al menos el 3 por ciento de la votación válida emitida en las elecciones para la renovación del Poder Ejecutivo o de las Cámaras del Congreso de la Unión, perderán su registro.
Consecuencias de la Pérdida de Registro
La pérdida del registro nacional implica que el PRD ya no podrá competir en elecciones federales ni recibir recursos públicos a nivel nacional. Esta situación marca el fin de una era para el partido que jugó un papel crucial en la política mexicana durante más de tres décadas.
Declaraciones de Jesús Zambrano
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, había expresado confianza en que el partido no perdería su registro, asegurando que estaban por encima del límite requerido. “Nos estamos preparando con todo lo que tengamos de documentación, de información, para poder contribuir (…) y desde luego que estoy seguro, tengo la certeza, de que vamos a estar arriba de ese límite de registro legal del 3 por ciento”, declaró Zambrano en una entrevista radial con Azucena Uresti.
Reacción de Mario Delgado
Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, comentó sobre la pérdida del registro del PRD en su cuenta de X (anteriormente Twitter). “Informa el @INEMexico que oficialmente el @PRDMexico ha perdido su registro como partido político nacional. ¿Cuál será el siguiente partido en perder su registro?”, escribió el morenista, destacando el impacto de los resultados electorales.
Futuro del PRD
Con la pérdida de su registro, el PRD enfrenta un futuro incierto. Su desaparición como partido político nacional representa un cambio significativo en el panorama político de México, dejando a sus líderes y simpatizantes en la tarea de redefinir su camino y posible reestructuración.
