Reanudan búsqueda de desaparecidos por inundaciones de Texas

Kerrville. Por segundo día consecutivo, pronósticos de lluvia obstaculizaron el lunes la búsqueda de personas que aún están desaparecidas tras las letales inundaciones que azotaron Texas, mientras que las autoridades hicieron planes para drenar embalses con el fin de localizar a víctimas y redujeron el número de personas que dicen siguen desaparecidas.

Mientras que algunos equipos oficiales reanudaron la búsqueda a lo largo del río Guadalupe en Kerrville y sus alrededores, en el condado Kerr, otros se detuvieron o se les ordenó que se detuvieran debido a preocupaciones sobre el pronóstico y la posibilidad de que ocurran más inundaciones.

Y funcionarios locales, que han enfrentado un creciente escrutinio por una aparente falta de acción y de emisión de advertencias antes de la tormenta del 4 de julio que dejó al menos 132 muertos, se quejaron de haber recibido amenazas a su seguridad.

La primera pausa en las labores de búsqueda debido al clima ocurrió el domingo en la región montañosa de Hill Country, donde el suelo aún es propenso a un mayor escurrimiento de agua.

En una conferencia de prensa el lunes, funcionarios estatales indicaron que 101 personas siguen desaparecidas, incluidas 97 en el área de Kerrville. Las otras cuatro fueron arrastradas en condados vecinos.

Es una disminución significativa con respecto a las más de 160 personas que las autoridades habían dicho anteriormente que estaban desaparecidas tan sólo en el condado Kerr, y 10 más en áreas vecinas. Funcionarios estatales no respondieron de momento a solicitudes enviadas por correo electrónico para aclarar el gran cambio en el número de desaparecidos.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, indicó que ha sido difícil precisar un número. Los campistas, residentes o personas que se registraron en parques de casas rodantes u hoteles son más fáciles de contabilizar, observó. Otros podrían haber sido reportados como desaparecidos por un amigo, familiar o compañero de trabajo.

“Aunque estamos reportando a 97 personas desaparecidas, no hay certeza de que todas esas personas hayan sido arrastradas por la tormenta”, apuntó Abbott.

La región montañosa de Hill Country es un destino popular para turistas, en el que los campistas buscan lugares a lo largo del río entre las colinas ondulantes. Rob Kelly, juez del condado Kerr, indicó durante una reunión de comisionados el lunes que ha sido difícil determinar exactamente cuántos turistas estaban en el área cuando ocurrió la inundación.

“Hemos escuchado relatos de remolque tras remolque tras remolque siendo arrastrados al río con familias dentro de ellos. No podemos hallar los remolques”, expresó Kelly. “Es lo que no sabemos. No sabemos cuántos de ellos hay”.

Kelly indicó que le habían informado de un remolque que fue encontrado “completamente cubierto de grava” a 8,2 metros (27 pies) por debajo de la superficie del río. Dijo que los equipos de sonar han estado buscando en el río y los lagos locales, y se prevé que lleguen más.

El comisionado Don Harris informó que las autoridades planean drenar dos lagos en el río formados por represas.

“Quién sabe cuántos están completamente cubiertos”, observó Harris.

Los equipos de Búsqueda y Rescate Urbano de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) reanudaron completamente las operaciones el lunes, señaló Obed Frometa, funcionario de información del Equipo Azul de Apoyo de Incidentes de la FEMA.

Levi Bizzell, portavoz del Departamento de Bomberos Voluntarios de Ingram, que ha estado organizando a unos 200 buscadores, indicó que el departamento suspendió las operaciones del día el lunes debido a la lluvia prevista en el condado Kerr.

“Todo el mundo aquí quiere estar ahí afuera trabajando”, señaló Bizzell . “Literalmente vienen por la mañana, estén cansados o no, y sólo quieren salir y trabajar porque quieren hallar un cierre para estas familias”.

Mientras tanto, el condado Kerr aconsejó a todos los voluntarios que abandonaran el área del río y se trasladaran a terrenos más altos, e indicó que sólo aquellos equipos que trabajen bajo la dirección del Mando Unificado del Centro de Operaciones de Emergencia del condado Kerr estaban autorizados para estar en la zona de respuesta.

Miembros del grupo voluntario Lone Star Search and Recovery dijeron que las autoridades los retiraron de las operaciones de recuperación el domingo debido a la lluvia, por lo que pasaron el lunes ayudando a retirar escombros de un vecindario gravemente dañado.

“No quieren que estemos ahí afuera en este momento hasta que (el cielo) se despeje”, dijo Aron Gutierrez, un voluntario que vino de Fort Worth.

En Kerrville, a unos 160 kilómetros (100 millas) al oeste de Austin, funcionarios locales han sido objeto de escrutinio sobre si se les advirtió adecuadamente a los residentes acerca de la crecida de las aguas el 4 de julio.

Las autoridades en Kerrville fueron de puerta en puerta a algunas casas el domingo temprano para advertir que era posible que de nuevo hubiera inundaciones, y enviaron alertas telefónicas a los residentes del área.

Los comisionados del condado Kerr pidieron al público su paciencia mientras continúa la búsqueda y la limpieza. El comisionado Rich Paces indicó en una reunión el lunes por la mañana que ha recibido amenazas de muerte.

“Sólo están jugando al juego de echar la culpa”, expresó Paces.

Durante una reunión especial del Consejo Municipal de Kerrville, Brenda Hughes, integrante del consejo, también se quejó de amenazas a los funcionarios y al personal de la ciudad, las cuales no detalló, y pidió que haya más elementos de seguridad en el Ayuntamiento.

Poco antes del amanecer del 4 de julio, aguas destructivas y de rápido movimiento subieron 8 metros (26 pies) en el río Guadalupe, llevándose consigo casas y vehículos. Desde entonces, rescatistas en helicópteros, botes y drones han estado buscando a víctimas.

Las inundaciones devastaron la región de Hill Country en Texas. Las riberas y colinas del condado Kerr están llenas de cabañas de vacaciones, campamentos juveniles y sitios para acampar, incluido Camp Mystic, el campamento de verano cristiano sólo para niñas, fundado hace un siglo.

Ubicado en un área baja a lo largo del río Guadalupe, en una región conocida como “el callejón de las inundaciones repentinas”, Camp Mystic perdió al menos 27 campistas y guías.

La inundación fue mucho más severa que el evento que ocurre una vez cada 100 años que la FEMA había previsto, indicaron expertos, y se movió tan rápidamente en medio de la noche que tomó a muchos por sorpresa en un condado que carecía de un sistema de alerta.

Se pronosticó que las áreas que fueron azotadas por las inundaciones del 4 de julio recibirían más lluvia el lunes.

El río Guadalupe cerca de Hunt, Texas, donde se encuentra Camp Mystic, había subido a casi 3 metros (11 pies) para el lunes por la tarde, lo que resultó en inundaciones menores. Se tenía previsto que el río subiera otros 61 centímetros (2 pies) para la noche, causando inundaciones moderadas, según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional de Austin/San Antonio.

Para la tarde, el servicio meteorológico no había recibido informes de inundaciones de casas ni carreteras.

Una serie de tormentas que inundaron áreas al oeste del condado Kerr se debilitaron al pasar por el área y no hubo mucha lluvia para la tarde, según el servicio meteorológico.

Desde la noche del domingo y la mañana del lunes, el suroeste del condado Kerr recibió hasta 11 centímetros (4.5 pulgadas) de lluvia. En el área de Hunt cayeron unos 5 centímetros (2 pulgadas).

Ya se enviaron equipos de rescate en aguas rápidas a Uvalde, Del Rio y Concan, en anticipación de posibles inundaciones en esas comunidades sobre el río Frio, dijo Nim Kidd, jefe de operaciones de emergencia de Texas, durante la conferencia de prensa del lunes.

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