Rosy Sinecio

Refugiados latinos y ucranios tienen roces en la frontera

La rivalidad de los grupos se observa desde la ciudad de Tijuana; legisladores estadounidenses tienen en la mira programas de ayuda.

Tijuana. Los motivos de su huida son similares, pero no reciben el mismo trato. Los migrantes centroamericanos o caribeños que intentan entrar en Estados Unidos ven ahora cómo los refugiados ucranianos les adelantan mientras ellos siguen bloqueados en la frontera de México.

Lo mismo ocurre con Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que reparten ayuda alimentaria: la competencia crece a un ritmo acelerado respecto a la oferta de alimentos.

Pero más allá del tema migrante, la batalla entre legisladores republicanos y demócratas coloca en una difícil situación al Programa de Asistencia Nutricional Suplementario (SNAP, por sus siglas en inglés).

Algunos legisladores del Partido Republicano aseguran que el programa de puertas abiertas que implementa el presidente Joe Biden para refugiados ucranios traerá un impacto directo al SNAP y a migrantes latinoamericanos.

En abril del 2022 Washington avisó que estaba dispuesto a acoger hasta 100,000 ucranios con un permiso humanitario especial por la guerra, y miles de ellos han llegado ya a la ciudad fronteriza de Tijuana, en México. Han sido alojados en una instalación deportiva mientras esperan la tramitación de sus solicitudes.

Se han visto algunas fricciones entre solicitantes de refugio y de asilo en la frontera.

Por ejemplo, un grupo de hondureños denunciaron la semana pasada que hay refugiados de primera y de segunda clase. “Nosotros también venimos huyendo, es diferente de lo que estamos huyendo, pero también es una guerra, contra las pandillas”, cuenta Antonia, una madre hondureña que ha tardado 85 días en llegar a Tijuana desde que salió de su casa cerca de la capital hondureña.

Como ella, miles de latinoamericanos buscan una oportunidad para sus familias. Una oportunidad que esperan en condiciones mucho más precarias que los refugiados ucranianos, entre tiendas de campaña y, con suerte, viviendo de la caridad.

En abril del año pasado llegaban en promedio por día 300 refugiados ucranios, indicó a Euronews Alex Fedorchuk, coordinador del grupo de ucranios en la frontera.

Más migrantes

La escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania le ha agregado un componente de complejidad al ya de por sí difícil tema migratorio, comenta Alejandro Hernández trabajador de la ONG Foro Migrante.

Hernández narra algunos de los desencuentros que han tenido ucranios con centroamericanos similares al que narró la hondureña Antonia.

“El miércoles (1 de octubre) dos ucranios increparon a dos parejas de origen salvadoreño señalándoles que Ucrania es prioridad para los estadounidenses; Ricardo, uno de los salvadoreños expresó que no tiene sentido la rivalidad porque su país también sufre conflictos”.

Bertha, su compañera dijo que su prima lleva dos años en Estados Unidos; le ha comentado que “los migrantes centroamericanos se ponen a trabajar de manera inmediata” cuando ingresan al país, mientras que “los ucranios no lo hacen”.

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