En estos días 24 millones de niños de educación básica regresaron a 231 mil escuelas públicas y con ellos 162 millones de libros de texto. Parece una gran cifra, pero esconde una realidad muy mexicana que al detallarla encontramos unos datos que nos hacen reflexionar.
El primer dato que llama la atención es la matrícula, la cual disminuyó en gran parte desde la pandemia, a pesar de que siempre había estado a la alza, pero hay que revisar la verdadera causa y algo que salta a la vista es que durante el gobierno hubo tres responsables de la educación, lo cual mete ruido al proceso educativo.
Otro detalle que brinca son las becas, en efecto millones de niños tuvieron sus becas, pero sin tutoría que impidiera a los estudiantes abandonar la escuela.
Si bien se entregaron 162 millones de texto gratuitos, también se adquirieron libros de pedagogía marxista, 18 títulos que destacan la pedagogía del oprimido, por lo que habrá que aclarar la decisión de este tipo de acciones cuando hay inmuebles con carencias físicas que limitan el aprendizaje.
En un aspecto positivo, más de un millón de maestros que antes eran temporales adquirieron sus bases y la seguridad en su trabajo, este solo hecho permite que los profesores impartan sus clases sin el temor de no contar con una base que les de confianza y futuro en su empleo. Este quizá fue el gran logro de este gobierno, en cuanto a educación, es parte de la voluntad política del gobierno federal y del sindicato que se pusieron de acuerdo y lograron tener una base magisterial con confianza en sus empleos y se borraron las sombras de manipulación política ante la incertidumbre de vivir sin garantías en sus trabajos, la basificación fortaleció la educación y fortaleció la vida sindical en el gremio.
El ciclo escolar 24-25 ya inició y habrá que estar atentos a que los inmuebles cuenten con lo necesario, incluidos el internet y otras tecnologías que apoyen el proceso educativo, sin maestros y sin tecnologías nuevas la educación se pone en riesgo. La educación es un factor de igualdad y por ello el regreso a clases debe ser el inicio a un México más igualitario, caminito a la escuela como decía aquel mexicano ilustre, ese caminito nos debe conducir a la formación de mejores mexicanos.