Durante las últimas semanas, los habitantes de la colonia Copoya, ubicada al sur de Tuxtla Gutiérrez, han denunciado los abusos de autoridad por parte de algunos agentes que operan en el retén de la entrada principal. En lugar de cumplir su deber de garantizar la seguridad y la movilidad de los ciudadanos, este puesto de control se ha convertido en un lugar donde se perpetúan extorsiones y hostigamientos contra las personas que transitan por esta vía, ya sea por motivos de trabajo, comercio o esparcimiento.
De acuerdo con testimonios, numerosas personas han sido víctimas de los abusos cometidos por estos agentes de seguridad, quienes solicitan documentos innecesarios, exceden sus atribuciones, inventan infracciones inexistentes, amenazan con imponer multas e incluso con llevarse los vehículos al depósito si no entregan el dinero exigido para permitirles continuar su camino.
Todas estas acciones carecen de justificación legal y se realizan sin respeto alguno por la dignidad humana. Además, bajo el pretexto de inspeccionar los vehículos, se han generado caos en el tráfico, con largas filas de automóviles que se han extendido hasta el mirador conocido como Las Pichanchas o en la intersección de la Preparatoria número 3 del Estado, en la colonia El Jobo.
En vista de esta situación, los habitantes de la zona hacen un llamado a las autoridades pertinentes para que pongan fin a estos abusos de autoridad. Este problema no solo se traduce en violaciones a los derechos humanos y desafíos de tráfico, sino que también ha afectado negativamente la economía local y el turismo en esta localidad de origen prehispánico. Muchas personas ya han manifestado su reluctancia a visitar la colonia, que alberga el majestuoso Cristo de Copoya, debido al temor de encontrarse con estos abusos.
“Es un motivo de vergüenza para las autoridades municipales, estatales e incluso federales, que deberían velar por el bienestar de la población y no permitir que sus agentes se aprovechen de su posición para cometer actos ilegales. Urge llevar a cabo una investigación, sancionar a los responsables de estos actos inaceptables y garantizar la libre circulación y el ejercicio de los derechos ciudadanos en esta área. No podemos tolerar que el retén de Copoya se convierta en un símbolo de la vergüenza”, expresaron los residentes.