La periodista, presentadora de televisión y escritora Sonsoles Ónega (Madrid, 45 años) ha ganado el Premio Planeta 2023 con la obra Las hijas de la criada. El finalista en esta 72ª edición es Alfonso Goizueta Alfaro con el texto La sangre del padre. El galardón se ha anunciado la noche de este domingo durante una cena de gala en la sala Oval del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), en Barcelona, a la que asistieron más de un millar de invitados. El premio Planeta está dotado con un millón de euros para la obra ganadora (más que el premio Nobel) y 200.000 para la finalista.
La novela de Ónega (que se presentó bajo el pseudónimo de Gabriela Monte) cuenta la historia, durante buena parte del siglo XX, en Galicia y en Cuba, de los Valdés, una familia de empresarios conserveros gallegos, con especial hincapié en la lucha de las mujeres del clan, que fueron decisivas para la creación de su imperio comercial. Aunque “un terrible secreto marcará sus vidas para siempre”, según adelanta la editorial.
“La conservera fue una industria que no ha sido justa con las mujeres, que se dejaron las manos limpiando pescado y cerrando latas. Esta novela hace justicia con todas ellas”, afirmó la flamante ganadora. Este premio supone un nuevo hito en la saga de personajes televisivos que triunfan en el mundo literario. También lo supone para la saga Ónega: Sonsoles, estrella de las tardes de Antena 3 (Atresmedia, una empresa del Grupo Planeta), es hija del célebre periodista Fernando Ónega y hermana de la también periodista Cristina Ónega.
“Es una novela difícil que he escrito en mitad de muchos avatares, pero en la que me sentí imantada desde el principio: es la Galicia de mi infancia”, añadió la escritora. Según relató, escribió la novela durante tres años en los camerinos de dos televisiones, compaginando escritura, televisión y maternidad. “Tener hijos y una carrera profesional es durísimo”, sentenció.
El finalista sorprende por su juventud. Alfonso Goizueta Alfaro nació en Madrid en 1999, es licenciado en Historia y Relaciones Internacionales por King’s College London, y fue precoz: con solo 17 años publicó Limitando el poder(Ediciones Nobel), donde disecciona la evolución de la diplomacia europea entre 1871 y 1939. Ahora es premiado, bajo el seudónimo de Luis Parterrío, por una narración sobre la peripecia de Alejando Magno en su avance hacia Persia y su lenta conversión, batalla tras batalla, en un “tirano que arrastra a los suyos a la muerte”. “Estoy que no me lo creo”, dijo el escritor, “es mi primera novela y que sea merecedora de este premio es maravilloso”. Alejandro Magno es, para Goizueta, el primer mandatario en usar la propaganda y considera su texto como “viaje iniciático”. Ambas novelas se publicarán el 8 de noviembre.
El jurado estuvo compuesto por José Manuel Blecua, Fernando G. Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regás y Belén López, directora de la editorial Planeta y secretaria del jurado con voto. “Hemos notado que este año se han presentado muchas novelas históricas, y abundan también los personajes femeninos”, dijo Eslava Galán en la rueda de prensa celebrada el sábado en la Llotja de Barcelona. La ganadora del año pasado fue Luz Gabás con Lejos de Luisiana, del que la editorial afirma haber vendido unos 600.000 ejemplares. Y el año anterior, el trío de escritores hombres apodados como una mujer: Carmen Mola. La revelación del pseudónimo produjo no poco revuelo. En los últimos años, además de aumentar la cuantía del premio (en 2021 pasó de 601.000 euros al célebre millón; empezó con 40.000 pesetas), se han ido produciendo, con excepciones, premiados que tienden a una mayor comercialidad, en detrimento de autores más “literarios”.
Una gala entre la elegancia y el espectáculo
Entre invitados a la populosa gala (con también populoso photocall) se encontraban figuras de la política como Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social; Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes; Joan Subirats, ministro de Universidades (todos en funciones), o el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. También numerosos personajes del mundo periodístico y televisivo; algunos escritores, no tantos.
La cena del Planeta es un curioso evento entre la elegancia y el espectáculo, con una curiosa tradición: durante el curso del ágape se va anunciando una eliminatoria entre los finalistas, como en un concurso de la tele; mientras, los asistentes pueden participar aventurando una quiniela que será premiada con un lote de libros. En grandes pantallas se van proyectando también los rostros de los ganadores del premio desde su fundación. Al final del proceso, en tercera posición de la eliminatoria, resistiendo hasta el último turno junto con los dos galardonados, quedó la obra El reencuentro; su autora participó bajo el pseudónimo de Tintaleve. Una historia sobre una guerrillera sandinista, retirada en la sierra madrileña, a cuya muerte regresa su hija para ocuparse del legado la madre, todo ello en tiempos de confinamiento pandémico.
El lugar, la Sala Oval del MNAC, es uno de los espacios para eventos más grandes de Europa, según informa el propio museo, con una bóveda majestuosa y un gran órgano alemán de la compañía E.F. Walcker inaugurado el 6 de julio de 1929 por Alfred Sittard. Necesita una restauración de tres millones de euros (lo equivalente a tres premios Planeta). En este espacio inauguró Alfonso XIII la Exposición Universal del mismo año. Resulta difícil imaginar cómo se cocina para más de un millar de personas, pero el caso es que se hace: un ejército de camareros sirvió ensalada de huerta con langostinos de Sant Carles, lomo de lubina y roll de verduras con piñones, y, de postre, chiboust de castaña a la vainilla (los nombres de los platos están resumidos por cuestión de espacio). Cava y vinos variados.
Un récord histórico
En esta edición se han presentado al Planeta 1.129 novelas, un récord en la historia del premio. Son 461 más que el año anterior, un incremento notable (del 40%) que la organización achaca a la simplificación en el proceso de presentación de las obras: este año se pudieron enviar por correo electrónico, evitando el engorro de la impresión, la encuadernación y el envío. Después del paso de varios filtros de lectores externos e internos a la editorial, se fueron decantando poco a poco los diez textos finalistas que se presentaron al jurado. Como explicó José Creuheras, presidente del Grupo Planeta y de Atresmedia, en el encuentro del sábado, también es posible que un miembro del jurado rescate para la final algún texto que sabe que ha sido presentado, pero que no tiene por qué haber pasado los citados filtros. Puede verse como la reparación de una injusticia. O como un atajo.
Ya son 45 millones de personas las que han leído novelas galardonadas con el premio Planeta en sus 72 ediciones, una distinción que ha ido señalando las líneas maestras de la literatura comercial en castellano: existen lectores fieles al premio cada año y este libro se convierte además en un objeto tradicional de regalo. Entre los premiados históricos se encuentran premios Nobel como Camilo José Cela o Mario Vargas Llosa, pero también una nutrida muestra de los grandes nombres de la literatura de las últimas décadas como Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Antonio Muñoz Molina, Maruja Torres, Clara Sánchez, Terenci Moix o Manuel Vázquez Montalbán. Del primer ganador, Juan José Mira con En la noche no hay caminos, hace 72 años, no se recuerda demasiado. Durante toda su historia, desde 1952, han sido 27.000 los escritores que han probado suerte enviando un ejemplar manuscrito. Solo unos pocos han logrado la gloria (y el dinero).