El nombre oficial es Registro Único de Animales de Compañía (RUAC), que comenzó el año pasado, y tiene el objetivo de que las autoridades puedan expedir una cédula a favor del dueño mediante la cual se reconoce legalmente la pertenencia de una determinada mascota.
Según la directora de la Agencia de Atención Animal, Ana Villagrán, esto es parte del censo que obliga la ley de protección animal, pues a la fecha no existe una cifra actualizada del número de mascotas que existen en la capital.
El último censo fue de hace tres años por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que contabilizó aproximadamente 2 millones de animales con tutor en la capital del país.
Sin señalamientos de la Auditoría
La directora de la AGATAN resaltó que la dependencia a su cargo no tiene ningún señalamiento ni recomendación por parte de la Auditoría Superior de la Ciudad de México, pues explicó que los recursos se han gestionado conforme a la ley.
Al ser un órgano desconcentrado explicó que sus recursos dependen en su totalidad de la Secretaría de Medio Ambiente. Cuando inició la administración había recursos disponibles del orden de 6.9 millones de pesos, cantidad que ya estaba comprometida desde la anterior administración.
En tanto, los recursos del Hospital Veterinario que, al ser un órgano autogenerado de gobierno, deben devolverse a la administración pública central.
“De ahí viene mucha confusión porque hemos recibido cuestionamientos que dicen que tenemos asignados varios millones de pesos, pero en realidad nosotros solo teníamos disponibles 6 millones, y de eso gran parte se va en nóminas y en mantenimiento”, dijo Villagrán, quien recalcó que desde el Congreso capitalino todos los recursos están etiquetados para determinada cuestión.
“Hemos entregado los informes correspondientes a la Auditoría de la Ciudad de México y a la Auditoría federal. Nos han llegado requisitos porque nos hemos llegado atrasar con algún informe porque cuando entramos no conocíamos el sistema, pero nunca hubo atrasos en pagos ni en la manera en que reportábamos a las instituciones.
“Si llegó a ver un atraso fue por el cambio de administración, pero todos se solventaron, para marzo de 2025 nosotros ya estábamos al corriente”, destacó.