Rosy Sinecio

Zinacantán, sus muertos y sus flores

En Zinacantán pareciera que las flores brincan de los trajes de las mujeres y los hombres a las tumbas, donde descansan sus difuntos. Es como si todas las flores del mundo, nacieran para llevarlas ahí de ofrenda.

En el Día de Muertos hay cempacúchil, no puede faltar. Pero aquí sobresalen las rosas, las lilis, las gerberas, los girasoles… aquí sí son profetas en su tierra y en su panteón dan muestra de que son líderes de producción de flores.

En Zinacantán consideran a sus muertos como sus protectores, por ello les rinden culto con sus flores, sus frutas y refrescos, que en los Altos de Chiapas ya forma parte de sus rituales.

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