Washington y Nueva York. El presidente Joe Biden anunció este martes una nueva medida ejecutiva que entrará en vigor esta noche para disuadir a inmigrantes indocumentados de llegar a la frontera de Estados Unidos con México, con amenaza de limitar su derecho de asilo en una maniobra claramente para efectos electorales contra un opositor que incesantante y exitosamente ha usado el tema de “una frontera abierta” para colocar al demócrata a la defensiva.
En una orden ejecutiva emitida hoy, la Casa Blanca declaró efectivamente que casi todo inmigrante que intente cruzar la frontera sin ingresar por los puntos oficiales le será negado el derecho de solicitar el asilo, sólo con algunas excepciones.
La orden permitirá al presidente suspender solicitudes de asilo cuando el número total de migrantes indocumentados encontrados por lo Patrulla Fronteriza entre puntos oficiales de ingreso en la frontera supere 2 mil 500 en cualquier día.
Un día después de felicitar a la virtual presidenta electa de México y expresar su deseo de profundizar la cooperación en la relación bilateral, Biden buscó difundir un mensaje de que estaba impulsando una medida que le permitía “cerrar la frontera” de manera unilateral para frenar el flujo de inmigrantes indocumentados.
“Tenemos que enfrentar una verdad sencilla”, dijo Biden al presentar la medidas rodeado por algunos alcaldes y legisladores de zonas fronterizas. “Para proteger a Estados Unidos como una tierra que da la bienvenida a inmigrantes, primero tenemos que asegurar la frontera y asegurarla ahora”. Una proclamación oficial emitida por la Casa Blanca aclara que esta orden ejecutiva “responde a ese llamado al suspender el ingreso de no ciudadanos a través de la frontera sur durante este tiempo de cruces fronterizos elevados”.
Parte de la estrategia detrás de esta medida, aclararon funcionarios del gobierno de Biden, es enviar un mensaje severo a quienes desean llegar a la frontera. La proclamación afirma que “el ingreso de todo no ciudadano a Estados Unidos a través de la frontera sur es por ahora suspendido y limitado…. Esta suspensión y limitación de ingreso entrará en vigor a las 12:01 am [hora de Washington] el 5 de junio de 2024”.
El presidente Biden también realizó una llamada telefónica con el Presidente Andrés Manuel López Obrador para felicitarlo por las eleccion de su país y, según el mandatario mexicano, para comentar la nueva orden ejecutiva para el frontera. En su presentación ante medios de la medida hoy, Biden explicó que “por los arreglos que logre junto con el Presidente Obrador [sic], el número de migrantes llegando ilegalmente a… nuestra frontera compartida en meses recientes se desplomó dramáticamente. Pero mientras estos pasos son importantes, no son suficientes”, dijo al justificar las nuevas medidas.
Críticos señalaron que la medida viola el derecho al asilo garantizado en las leyes nacionales e internacionales y que, aún peor, es una versión de medidas antimigrantes que impulsadas primero por su antecesor Donald Trump. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos de derechos humanos y civiles de inmediato condenaron la orden. “El gobierno [de Biden] nos ha dejado sin opción más que presentar una demanda (ante los tribunales]”, declaró Lee Gelernt del ACLU. Enfatizó que esta orden “fue ilegal bajo Trump y no es menos ilegal ahora”. La ACLU fue exitosa en su demanda contra la prohibición de asilo que impulsó Trump como presidente.
Tal vez anticipando estos retos legales, la Casa Blanca informó hoy que habrá excepciones a este prohibición para solicitudes de asilo, incluyendo para menores de edad no acompañados y algunas otras categorías de solicitantes.
Sin embargo, eso no frenó el coro de protesta y denuncias tanto de líderes políticos y defensores de inmigrantes. Una gama notable de legisladores federales del mismo Partido Demócrata de Biden condenaron hoy el anuncio. El senador federal Alex Padilla declaró que “al revivir la prohibición de asilo de Trump, el presidente Biden ha minado los valores americanos y abandonado las obligaciones de nuestra nación de otorgar a personas huyendo persecución, violencia y autoritarismo una oportunidad para buscar refugio en Estados Unidos”.
En una conferencia de prensa hoy frente al Capitolio y con migrantes advirtiendo, “Biden, escucha, estamos en la lucha”, una agrupación de unos diez legisladores demócratas condenó la orden ejecutiva. “En lugar de impulsar la orden ejecutiva limitada, el presidente Biden debería poner fin a las sanciones en América Latina y actualizar nuestras políticas de comercio y económicas”, declaró el diputado federal por Texas Greg Casar. “Eso reduciría la presión sobre nuestros recursos limitados en la frontera sin revertir a medidas extremas Trump-lite”. Otros que criticaron la medida a lo largo del día incluyeron a el diputado Jesús Chuy García y Joaquín Castro.
Organizaciones de migrantes también se sumaron al coro de denuncia.“Al cerrar la frontera, la iniciativa impediría que miles de solicitantes de asilo busquen la protección humanitaria que merecen”, afirmó Óscar Chacón, director ejecutivo de la red de organizaciones inmigrantes Alianza Americas.
Pero los detalles sobre cómo funcionaría esta medida y si podrá ser realmente implementada aún no se conocían. Para aquellos inmigrantes indocumentados “encontrados” por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos tratando de ingresar al país, las autoridades supuestamente los retornarán directamente a México, tal vez en números aún más grandes que antes, o serán deportados a sus países de origen si México no los admite de regreso, y algunos serán procesados y se les permitirá permanecer en Estados Unidos en espera de la determinación de sus solicitudes.
Ariel G. Ruiz Soto, un analista de políticas del Migration Policy Institute dice que aun con las nuevas órdenes emitidas hoy, espera que todas esas tres vías seguirán siendo utilizadas, aunque ahora con mayor énfasis en negar el asilo de manera más acelerada. “Por esta razón, no es realista ni es preciso hablar de que esto se trata de ‘cerrar la frontera’”, comentó en entrevista con La Jornada.
“La gente continuará cruzando por puntos oficiales de ingreso con documentación, y aquellos que lo intentan hacer de manera irregular probablemente aún serán verificados y algunos se les permitirá entrar al interior del país”. Actualmente, México acepta a todo mexicano expulsado de Estados Unidos junto con un total de 30 mil nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos cada mes. Aún está por verse si México estará dispuesto a recibir números mayores si la nueva orden se implementa.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) afirmó este martes que está “muy preocupada” por las restricciones a la entrada de migrantes anunciadas por el presidente estadunidense, Joe Biden, e instó a Washington a reconsiderar su decisión.
“Cualquier persona que alegue tener temores fundados a ser perseguida en su país de origen debe tener acceso a un territorio seguro” y tiene el derecho a que “se evalúe esta alegación antes de ser objeto de deportación o expulsión”, continuó la agencia de la ONU.
“Pedimos a Estados Unidos que cumpla sus obligaciones internacionales e instamos al gobierno a que reconsidere las restricciones que menoscaban el derecho fundamental a solicitar asilo”, manifestó en el comunicado.