El Papa es uno de los líderes del mundo que más autoridad moral tienen, especialmente el Papa Francisco, quien está por cierto, en la recta final de su papado.
A sus casi 88 años que cumplirá en diciembre, es ya el Papa de mayor edad en la silla de San Pedro desde León XIII que murió a los 93
años en 1902.
Francisco no muestra fatiga mental, pero sí física, los problemas en la rodilla lo obligan a desplazarse en silla de ruedas o con bastón, y además tiene una cierta fragilidad en sus pulmones que lo han obligado a ir al hospital.
Nadie habla de su renuncia por ahora, pero en la curia y en los mentideros de la iglesia las quinielas y como dice un obispo: es algo que solo el Espíritu Santo sabe.
El Papa ha reformado su iglesia, las leyes contra el abuso sexual, los migrantes han estado en el centro de su agenda social, y sobretodo ha liquidado la tradicional hegemonia italiana y Francisco espera, espera ese tiempo para convertir la toma de decisiones de la iglesia en algo, en algo mas colegiado.
Si uno da un vistazo al colegio cardenalicio, su composición, el número de cardenales que ha designado Francisco, podría uno pensar que el nuevo Papa saldrá de uno de los cardenales nombrado por el Papa Francisco y continuar su agenda, pero el Espíritu Santo y la realidad no siempre es exactamente así.
De los 237 cardenales actuales, 131 han sido nombrados por Bergoglio, pero lo importante es que solo podrán votar en un
cónclave los menores a 80 años, es decir 127 y de ese grupo 92 son cardenales del actual pontífice.
Pero recordemos que en la historia de los Papas su elección suele ser como un péndulo que primero va hacia un lado y luego hacia el otro, y este ha sido un Papa intenso, de rupturas, polarizador y no sería extraño que el próximo cónclave eligiese un Papa más conciliador o más institucional y por último, el actual Papa ha manifestado que no renunciará y que morirá en el cargo, no lo ven cohabitando como Benedicto. Para el Papa Francisco lo importante será la durabilidad de sus reformas ¿serán irreversibles? Esa será la pregunta que defina un nuevo papado.
